Salpicón de Pollo Mexicano

El salpicón es una receta muy práctica que sirve para cualquier ocasión aunque también es ideal para esos días calurosos en los que no quieres estar pegado al vapor de la cocina todo el día, pues no lleva mucho tiempo de cocción.

Este platillo tiene muchas variables, normalmente se combina con mariscos o carnes pero también puede complementarse con pollo como es el caso de este artículo en el que te enseñaremos a preparar un delicioso salpicón de pollo de mexicano. ¿Y qué lo hace de México? Pues que lo vamos a complementar con un toque de chile picante que le dará el sabor ideal.

Continúa leyendo y aprende a cocinar esta fácil receta.

Ingredientes

1 Pechuga de pollo
1 Aguacate
1 Tomate
1 Cebolla
2 Dientes de ajo
3 Rábanos
1 Lechuga
3 Cucharadas de aceite de oliva
Chile en polvo
Vinagre o el zumo de 3 limones
Sal y Pimienta al gusto

¿Cómo preparar un Salpicón de Pollo Mexicano?

Paso 1: En una olla con agua hirviendo, cocina la pechuga de pollo con media cebolla y sal y pimienta al gusto para sazonarlo, hasta que este blanda y completamente cocida. Cuando esté lista, escúrrela y colócala en un recipiente aparte y deja reposar hasta que puedas manipularla.
Paso 2: Una vez que la pechuga esté a temperatura ambiente, puedes deshebrarla con ayuda de un tenedor o de tus manos (lavadas y limpias) o puedes cortarlas en tiras o cuadritos pequeños.
Paso 3: En un sartén, agrega una cucharada de aceite de oliva y sofríe la otra mitad de la cebolla con el ajo de 3 a 5 minutos o hasta que la cebolla se torne transparentes. Luego, incorpora la pechuga de pollo y revuelve con una paleta de madera hasta que esta última se ponga dorada.
Paso 4: Deja reposar el pollo sofreído y corta en cuadritos los rábanos, el tomate, el aguacate y la lechuga. Viértelos en un bowl grande y mézclalos bien con el vinagre o el zumo de limón (dependiendo del sabor de tu preferencia), el aceite de oliva restante y la sal y la pimienta (si consideras que le hace falta más).
Paso 5: Por último, incorpora a los vegetales, la pechuga de pollo con el ajo y la cebolla y mezcla todo muy bien con una paleta de madera. Agrega lentamente el chile en polvo de forma que quede bien distribuido en toda la ensalada.

¡Y listo!

Esta receta es sumamente práctica y sencilla. Además puedes comerla fría pues funciona como ensalada. Asimismo la puedes servir como complemento de un plato principal o como entrada y acompañarla con tortillas calientes.

Otra forma divertida de servirla es en camas de hojas de lechuga sobre el plato.

¡Buen Provecho!